Hablar de Paisaje significa hablar de Alimentación Saludable, de Soberanía Alimentaria, de Ganadería y Agroecología, de Pequeños Productores, de Canales Cortos de Comercialización, de Venta Directa.
Los sistemas agroalimentarios y agroindustrial que sustentan la alimentación de una buena parte de la población mundial, están degradando nuestros suelos, nuestros paisajes y nuestra salud. Por ello, en las circunstancias que estamos viviendo en la actualidad, donde nos enfrentamos a un reto social, ambiental y económico sin precedentes, necesitamos con urgencia apoyar a los pequeños agricultores y ganaderos.
Como bien dice Gustavo Duch «Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños, cultivarán pequeños huertos… que alimentarán al mundo».
En este contexto, ya son más de 600 organizaciones y colectivos estatales, donde se incluye Fundación Paisaje, las que se unen a la petición de la protección de los mercadillos de proximidad y, por ende, de nuestros pequeños agricultores y sus familias. Se trata de una movilización sin precedentes por el consumo agroalimentario de proximidad.
La iniciativa surgió el pasado 30 de marzo a través del llamamiento de más de un centenar de organizaciones y colectivos de toda España, quienes presentaron una petición formal para que se «dicten las instrucciones pertinentes a las comunidades autónomas y ayuntamientos para que se busquen soluciones para los mercados no sedentarios de proximidad», ante el cierre generalizado de estos mercados alimentarios dadas las prohibiciones decretadas por el estado de alarma ante la pandemia del COVID-19.
Nuestros pequeños agricultores son la base del acceso a la alimentación sostenible, ética y saludable. Por eso, dejarlos en la estacada durante este periodo de alarma y limitar sólo el consumo a los productos agroalimentarios procedentes de explotaciones intensivas es un gran error, que precisamente nos sigue conduciendo a la pobreza territorial, a la degradación ambiental, al sufrimiento de las familias y a crisis tan graves como las que estamos viviendo en la actualidad.
Las organizaciones firmantes remiten a los protocolos de seguridad e higiene puestos en marcha por algunas comunidades autónomas para que los mercados de proximidad puedan seguir siendo garantes de seguridad alimentaria durante esta crisis, dado que su desarrollo en espacios abiertos permite, además, cumplirlos sin complicaciones. No en vano, estos canales de venta directa facilitan el acceso a la ciudadanía de bienes de primera necesidad, cuya producción, circulación y abastecimiento están protegidas expresamente por el estado de alarma, y en condiciones óptimas de seguridad e higiene que suelen ser superiores a las de cualquier supermercado.
También nos muestra el trabajo por recorrer, y la falta de apoyo existente para facilitar a estos pequeños productores, canales cortos de comercialización para que sus productos puedan llegar a las tiendas y pequeños supermercados de proximidad. La creación, por ejemplo, de lonjas locales, o comarcales, en la línea de lo que planteaban días atrás organizaciones como Agapro, facilitaría mucho esta labor. Esta urgencia, como tantas otras, reafirma la unión de todas las organizaciones que trabajamos en favor de una alimentación sana, ética y sostenible, donde la pequeña producción agroecológica agraria y ganadera es la clave para el necesario cambio de modelo de consumo que necesita nuestra sociedad.
Carta presentada al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. (30/03/2020)